Desde hace varias semanas atrás, se han venido realizando diferentes espacios de discusión estudiantil (Asambleas por programa, Asambleas de usuarios del Restaurante, otros) que reflejan el malestar general del estudiantado frente a la situación actual de la Universidad del Tolima.
Actualmente la Universidad recibe semestre a semestre a mas de 1000 estudiantes (en solo la modalidad de presencial y sin tomar en cuenta los nuevos programas académicos aun no ofertados) en sus diferentes programas, sin que esto signifique mejoras sustanciales en la infraestructura, laboratorios, biblioteca, y condiciones generales de bienestar universitario (Restaurante y Residencias universitarias principalmente).
Los bloqueos de oficinas y la entrada principal para los automóviles son acciones encaminadas a denunciar la carencia de condiciones mínimas de bienestar como en el subsidio de alimentación que es insuficiente debido al aumento del estudiantado, pero que además evidencia los problemas de fondo del proyecto público universitario a saber:
• Desfinanciación estatal. La universidad inició el 1 de marzo del año en curso con un déficit de más de $6000 millones. La disminución paulatina y sistemática de los aportes obligatorios de la Nación, el desconocimiento por parte del Departamento de su obligación con la Universidad, el crecimiento desmesurado del área administrativa, la pésima planeación presupuestaria y la ampliación de cobertura sin garantizar condiciones materiales adecuadas, entre otros aspectos.
• Calidad académica. Sabia usted que la “UT” cuenta con mas de 6000 estudiantes (en presencial) y que los profesores de plantas son equivalentes a 193, de los cuales una proporción importante no esta dedicada exclusivamente a la docencia. Adicionalmente contamos con 576 catedráticos que asumen la responsabilidad de nuestra formación profesional. Sin embargo, hay casos aun mas dramáticos como el del IDEAD, en el que 22000 estudiantes (aprox.) reciben formación a distancia con solo 875 tutores que no son de planta y cuyas condiciones laborales son paupérrimas, y lamentables.
• Bienestar universitario. La política de asistencia universitaria tiende a desaparecer. Reflejo de esto es la actual coyuntura del Restaurante, donde se evidencia el ingreso masivo de estudiantes que solicitan este servicio y que no hay una respuesta por parte de la Universidad que se jacta de asistir población de bajos recursos, de ampliar su cobertura, pero no de brindar condiciones para aminorar la deserción y garantizar la permanencia del estudiantado.
• Autonomía. La imposición de los ciclos propedéuticos y de los créditos académicos entre otros, reflejan la exigencia del gobierno a nuestra alma mater de estandarizar sus procesos académicos negando la posibilidad de discutir y definir autónomamente su que hacer, desvirtuando su papel regional y convirtiéndose en una maquina generadora de mano de obra calificada y no de sujetos generadores de ciencia y desarrollo nacional.
• Democracia y derechos humanos. La universidad se ha quedado corta en el ejercicio de promocionar y garantizar escenarios de discusión y deliberación colectiva. Diferentes sanciones y medidas represivas que en nombre de la autoridad, hoy violentan el derecho a la educación y a la libre expresión.
• Derechos laborales. Los estudiantes no somos los únicos afectados por las políticas nacionales que se reflejan en nuestra universidad. Las condiciones laborales de los profesores catedráticos, del personal supernumerario, de las órdenes de prestación de servicio entre otras modalidades de contratación a destajo y sin ninguna responsabilidad social, son las prácticas antidemocráticas de esta administración que no garantiza condiciones dignas de trabajo y que violenta la carrera docente y administrativa. Es por esto que hacemos el llamado a la organización y la lucha.
Lo anterior se vera reforzado por la reliquidación de la matricula, orientada a que los estudiantes asumamos el costo total del “servicio académico” (anteriormente un derecho), el costo unitario por estudiante para la fijación de la misma, y la materialización total del proyecto privatizador que hoy ejemplifica la Universidad Pamplona y la Universidad del Atlántico (Hoy denominada Universidad del Norte).
¡ESTA NO ES LA UNIVERSIDAD QUE MERECEMOS Y DE NOSOTROS DEPENDE QUE ELLA SEA LO QUE ANHELAMOS!
¡POR LA DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA!
TODOS A LA ASAMBLEA
0 comentarios:
Publicar un comentario