El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros asegura que, luego de tres años de lluvias, a su sector le llegó ‘la hora del desquite’.
La llegada de Luis Genaro Muñoz a la Gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros coincidió con el comienzo de tres años de ola invernal que golpearon duramente la producción y las exportaciones de café. Los números han hecho crecer la controversia alrededor del gremio y del sector cafetero.
Entre otros, están la revaluación del peso, debates en el Congreso, las caídas de la producción, las exportaciones, últimamente los precios del grano y hasta uno de los ‘borradores’ del Banco de la República, documento que planteó un giro a la política cafetera.
Los anteriores hechos –dice Muñoz– no lo dejan dormir, particularmente la revaluación, agudizada por la actividad mineroenergética.
¿Es esta tan grave?
Hay evidencias de ‘enfermedad holandesa’ (las consecuencias nocivas derivadas del aumento de los ingresos del país), pues, por ejemplo, el peso es hoy la moneda más revaluada del mundo.
El presidente Santos nos dijo, durante la celebración de los 85 años del gremio, que le planteó a la junta del Banco de la República la necesidad de que haya mayores compras de dólares.
¿El país minero va a sacrificar el país agrario?, ¿nos vamos a ‘chupar’ toda la miseria que produce el buen aprovechamiento de la minería?
Sería una equivocación histórica que el país, en un correcto aprovechamiento de sus recursos no renovables, sacrifique las estructuras que sí son sostenibles en el largo plazo.
¡Absurdo!
¿Acepta el reto de debatir ‘a fondo’ si es necesario cambiar la estrategia?
Los debates deben darse. Estamos estructurando cómo hacer una revisión profunda, seria y oportuna.
Acerca del documento del Banco de la República, que plantea un giro al sector, ¿qué respuestas da la Federación?
Muchas; primero, es un ‘borrador’.
Acerca de la siembra de café robusta, esto debe corresponder a la inversión de los empresarios, pero no ‘recostados’ a los recursos públicos que maneja la Federación.
Otro, de que las tiendas Juan Valdez deberían vender todas las marcas, eso es como poner a Alpina a vender quesos de Colanta. Que la caficultura de pequeño formato no es viable, ¡a ver, si, precisamente, es la gente más exitosa!
¿Quién tiene la culpa del vaivén de los precios?
Los fondos de inversión, que toman o liquidan contratos, papeles que no representan físicos, están en un gran ‘casino’ de la especulación financiera.
Calculamos, en febrero, que por cada saco de café (real) se movían 70 virtuales en las bolsas.
Ante ese vaivén, ¿qué debe hacer el productor, y la Federación cómo lo orientaría?
Ese es el reto, atenuar el impacto del ‘casino’. Hemos planteado posibilidades de mercados y comercios sostenibles, en los cuales se estreche la relación entre los tostadores y los caficultores, por fuera de las bolsas.
Esto llevaría a acuerdos de suministro directo, con precios acordados previamente y fijando márgenes de utilidad.
¿Habrá recuperación en las cifras de producción?
Se ve en las matas. Por lo menos 300 caficultores, con quienes me reuní esta semana dijeron que la temporada veraniega que se siente en el país será la salvación.
Las cifras de junio no son transitorias y recogen una recuperación que la veremos en los meses siguientes y, más, en el próximo año. Llegó la hora del desquite.
Si volvieran lluvias por tres años, ¿el sector estaría mejor preparado?
Sí. Porque el parque cafetero ha cambiado por variedades regionales, tolerantes a la roya y más productivas.
Se han renovado 327.000 hectáreas
Esta ha sido una labor ejecutada en los anteriores tres años; solo en 2011 fueron 120.000 hectáreas. Las renovadas en 2009 ya están ingresando a la producción. La relación es mucho mayor, pues se pasó de 2.000 árboles por hectárea, a no menos de 6.000.
Mauricio Galindo
Juan Carlos Domínguez
Redacción de Economía y Negocios
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