Alejandro Rayran
Representante Estudiantil al Consejo Directivo
Universidad Externado de Colombia
@AlejandroRayran

Aunque el abandono del campo por parte de los gobiernos viene desde hace años, el actual gobierno profundizó este problema con la firma de los tratados de libre y comercio. Para entender aún más el inconformismo por parte de los campesinos,es necesario identificar tres momentos que incrementaron esta crisis agropecuaria. La primera fue en 1990, cuando el gobierno de Cesar Gaviria en cumplimiento al Consenso de Washington decide abrir unilateralmente el mercado nacionaly como consecuencia se generó un balance negativo en los sectores económicos, sociales y políticos. Lo anterior se materializa en que “(…) el área cultivada había caído en un millón de hectáreas, o sea cerca de una cuarta parte de la frontera agrícola; las importaciones de alimentos y materias primas agrícolas, se habían multiplicado por siete veces (…)[1]. Es así que, a partir de este momento, el sistema productivo empezó a romper su capacidad para alimentar al pueblo colombiano.

El segundo hecho es la firma del Tratado de Libre y Comercio (TLC) con los Estados Unidos, que según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos,las importaciones de alimentos aumentaron un 81 por cientoen arroz, leche, aceites vegetales, carne de cerdo y pollo materializado en 680 millones de dólares. Es por ello que el efecto del TLC no ha sido crear nuevo comercio, sino el de desviar el comerciocon otros países; es decir, por el acuerdo comercial con Norteamérica, Colombia ha dejado de intercambiar productos con otros países, afectando así nuestras relaciones económicas con las diferentes naciones.

Finalmente, el actual gobierno de Juan Manuel Santos ha centrado la fuente de la economía en la gran minería. Una de las peores decisiones, porque Colombia no tiene tantos recursos como para centrar su crematística en esto, mientras Chile sí lo puede hacerporque su potencial mineral en cobre posee la empresa número uno del mundo llamada Codelco.

La entrega de licencias a multinacionales es vergonzante y las políticas que rodean a la minería son de las más antidemocráticas con los  pequeños y medianos mineros colombianos, esto sin contar con los informes de la Contraloría General de la Nación que concluyen que con las exenciones tributarias a estas empresas, los colombianos le terminamos pagando a las multinacionales para que nos extraigan los recursos naturales. Lo anterior se refuerza con el Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos”, el cual centra la Gran Minería con la Inversión Extranjera como principal fuente de ingresos del país.

A pesar del panorama de desolación y de crisis profunda sí existe una solución soberana, que es la denuncia del tratado de libre comercio, pues según el TLC con Estados Unidos, en el capítulo 23 numeral 4 punto 2:“Cualquier Parte podrá poner término a este Acuerdo mediante notificación escrita a la otra Parte, y dicha terminación surtirá efecto seis meses después de la fecha de la notificación”[2].Pero por terquedad y falta de voluntad política de Juan Manuel Santos no le ha permitido tomar esa decisión. Y es por ello que los colombianos debemos de exigirle a Juan Manuel Santos que tome esta decisión soberana para que la crisis no se profundice aún más.



[1] Cano, C (2013), La Agricultura Colombiana de cara a los pactos bilaterales de comercio,Borradores de Economía, Banco de la República,pág. 4
[2] Colombia, Ministerio de Comercio, Industria  y Turismo (2013), Texto Final del Acuerdo, disponible en: https://www.mincomercio.gov.co/tlc/publicaciones.php?id=727

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