Julián Rodríguez
Representante al Consejo Académico Universidad Cooperativa de Colombia –Sede Ibagué-
Miembro de la Organizacion Colombiana de Estudiantes -OCE Tolima-

La universidad colombiana está atravesando el penoso momento de acomodarse a los intereses económicos del capital financiero. Esto es que las instituciones económicas mundiales a través del presidente Santos, sus ministerios y rectores se lucran con la mercantilización de un derecho en un país que ha distorsionado su economía nacional, privilegiando el negocio en dólares de la minería,  que deja al margen a otros sectores de la población y los arrastra a la subsistencia. Con un gobierno que administra para la confianza inversionista importa poco un modelo de educación como base para el desarrollo nacional.

En Colombia el derecho a la educación superior está restringido, y el acceso a la universidad pública desfinanciada por más de 11.3 billones, enfrenta la financiación de la demanda, el crédito financiero estudiantil y la formación para el trabajo. La crisis se refleja en la Universidad Nacional, la más importante universidad del país que atraviesa la peor crisis de su historia, “autofinanciada en un 50%, reporta un déficit de 52 mil millones de pesos para el 2013, La autofinanciación del Plan Global de Desarrollo 2013-2015 supera el 60% en todas las sedes”[1] y además necesita 2 billones de pesos porque se cae a pedazos edificios imprescindibles de la vida del campus.
Universidad Privada,  fortaleciendo el negocio

Aparte de la crisis de la universidad pública colombiana, se promueve por otra parte el acceso a la universidad privada por los criterios que necesita el mercado, atender la demanda y promover el acceso mediante el crédito financiero. La universidad privada ha crecido de tal forma que la cantidad de estudiantes matriculados aumentó de 40.000 en 1992 a 775.000 en 2010, un aumento del 1930% en 19 años; representando más del  50% de los estudiantes universitarios, promoviendo la baja calidad, ya que en la mayoría de los casos, la inversión en calidad no es proporcional a los miles de millones de pesos que se pagan en matriculas. En las universidades privadas no existe un auténtico escenario democrático, las garantías y espacios de participación para los estudiantes son reducidos en los máximos escenarios de decisión. Además, no se promueve la universidad como un espacio de desarrollo integral de individuos para la sociedad, sino como una simple factoría de diplomas para el mercado
-ICETEX- La burbuja económica del capital financiero
 Parte de la promoción del ingreso a la universidad privada, es promover el crédito financiero estudiantil como forma de acceso a la educación superior. El dinero destinado a los créditos ICETEX proviene del Banco Mundial, organismo económico que ejecutó un préstamo con el gobierno colombiano, encargado de cancelar la deuda respaldada con los impuestos de los colombianos y el endeudamiento de más de 500.000 estudiantes.
La cartera del Icetex aumentó 130%  en 5 años; “se adjudicaron 351.043 créditos nuevos y se renovaron 1.196.571 créditos en sus diferentes líneas, para un total de 1.547.614 créditos durante los años 2003 a 2011 ; el porcentaje de estudiantes con financiación total de matrícula pasó de 9% en 1994 a 19% en 2010, entre 2003 y 2008, el 80% de los créditos otorgados por Icetex en su programa ACCES fueron entregados a estudiantes de Instituciones de Educación Superior privadas  y el 97%  para los estratos 1, 2 y 3”[2]. Esto representando según el director del Icetex, una cartera morosa de más del 34%. Aquí está la burbuja económica de la educación superior, endeudar a los colombianos para que se fortalezca un negocio, empobreciendo al pueblo condenándolo al atraso y la miseria, una explicación clara de los que pretende Santos con la educación Colombiana.

Para quienes consideramos la educación superior un derecho necesario para construir un país con soberanía, democracia y paz, como lo expresa la Mesa Amplia Nacional Estudiantil –MANE-, avanzamos en la lucha universitaria en defensa de la Universidad Colombiana, pues es notoria su decadencia, por tanto reelegir a Santos supone continuar con la crisis de la educación superior que desarrolla un modelo de educación pobre para un modelo de país pobre, ése es el interés de un presidente que representa los intereses económicos del capital extranjero que no desarrollan nuestro país.



[1] Cifras tomadas del Programa “Avanza UN” detallado trabajo de los Nuevos Representantes al Consejo Superior de la Universidad Nacional. Defensores de la MANE y serios opositores al gobierno reeleccionista de Juan Manuel Santos.
[2] Informe de gestión 2003-2010, ICETEX ,2010, PAG 13.

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