Julio Cesar Peluffo, Bogotá, Noviembre de 2011
Por: Julio César Peluffo, Estudiante de gobierno y relaciones internacionales, representante estudiantil al consejo directivo de la Universidad Externado de Colombia, miembro de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil y activista de POLO JOVEN.
La educación pública, concebida como un derecho, de alta calidad y adecuadamente financiada por el Estado no es una idea caprichosa de la comunidad universitaria y los sectores democráticos del país. Es apenas una reivindicación de una comprobación histórica que hace varios siglos hizo la humanidad cuando salía del oscurantismo de la edad media (con educación privada y exclusiva de la Iglesia) , hacia el capitalismo, con educación principalmente pública (financiada por el Estado), gratuita (de acceso para todos). Esto es tan claro e indiscutible que los que ayer y hoy, agenciaron/agencian la privatización, no salen a defender supuestas virtudes, o efectos positivos de esta política, por el contrario, hacen increíbles esfuerzos por negarlo e intentar desmentirlo a toda costa. Por supuesto su proceder debe estar atiborrado de engaños, de otra forma no lograrían su cometido.
Como también es plenamente reconocido, de la educación depende en parte importante el desarrollo de los países y en consecuencia, esta es un elemento determinante en la manera como estos se relacionan. Por ejemplo, en 1492 las diferencias en el desarrollo entre España y los pueblos nativo de América incidieron sobre cual era y cual no la colonia; determinaron entre Europa y África cual era el saqueado, en 1945 por el desarrollo del armamento nuclear quienes los victoriosos y quienes los sometidos; más recientemente, quien era el invadido entre Estados Unidos e Iraq. Con la crisis mundial se agudiza esa histórica pugna entre las viejas y nuevas potencia por los mercados, los recursos y los territorios de los países más débiles, viejas y nuevas colonias, aunque ya no se denominen así.
Hoy como en 1500 se saquea: Por las buenas, cuando se encuentran con dirigentes dóciles, traidores que facilitan el engaño y la estafa ó por las malas, cuando encuentran resistencia, nacionalismo y dignidad. Como quiera, avanza la nueva globalización por todo el orbe. Este es el contexto mundial, en el que los colombianos definimos si la educación es derecho para un país desarrollado, libre y soberano o si la educación es mercancía para un país subdesarrollado, débil y sometido:
ASIA
Después de las invasiones a Iraq y Afganistán, se devela con claridad que no era a nombre de la “democracia” que se abogaba el derecho a bombardear e intervenir en otros países sino en busca del petróleo y los recursos minerales. El próximo miércoles (1 de noviembre) un puñado de países, viejas y nuevas potencias encabezados por los 5 miembros permanentes del Concejo de Seguridad, se reunirán en Estambul en La Conferencia Internacional sobre Afganistan, para definir como estabilizar el país y “crear un marco de relaciones que permita explotar las codiciadas materias primas que atesora”, que como aseguran, está literalmente sentado en un banco de oro, … hay oro, mineral de hierro, cobre, litio, minerales estratégicos varios, piedras preciosas… riquezas estimadas en tres billones de dólares (2,11 billones de euros), sin contar los que puedan proporcionar el gas y el petróleo, prácticamente inexplorados.” [1]
En Alemania, bajo una conferencia internacional organizada por EUROmines ya se reunieron ministros afganos de finanzas, economía y minas con delegados de importantes compañías de origen americano, canadiense, australiano y surafricano como Anglo-American, Lafarge Group, Caterpillar, General Electric, Siemens, Ernest& Young, HSBC, DynCorp entre otras. Pero los más hábiles negociantes parecen estar en el mismo continente, pues sin poner un solo peso para la invasión, India ya abraza un enorme contrato de explotación de hierro y China, desde el mes de diciembre podrá realizar explotaciones en gas y petróleo en esta enorme torta de los tres billones.[2] China empieza a jugar más activamente en la geopolítica mundial. Junto a Rusia vetaron a inicios de octubre la resolución propuesta por EEUU y los países europeos y que representaba un primer y tímido paso para la intervención directa al régimen de El Asad. El gobierno chino, toma la vocería internacional y ya expresa haber compartido "algunas ideas y sugerencias" con autoridades sirias para iniciar un proceso de reformas. Entre tanto, Estados Unidos e Israel promueven y orquestan una intervención en Irán antes de la retirada de las tropas norteamericanas en Afganistán.
AFRICA
En Libia ya también se han señalado los verdaderos intereses de la histórica, más ágil y efectiva resolución de la ONU, esa misma que permitió el bombardeo sobre millares de civiles para hacerse con los negocios de uno de los mejores crudos y de mas fácil extracción. Las sádicas imágenes del asesinado Gadafi, replicadas una y otra vez por las cadenas mundiales de televisión, reiteran el mensaje para el resto del mundo: Nuestra globalización va. Por las buenas o por las malas pero va. La historia de Gadafi y de las dictaduras en África, demuestra que no son las dictaduras las que no les gustan a estos “globalizadores”, lo que no soportan son dictaduras y “democracias” que no le faciliten los negocios y el saqueo.
En otros lugares de África, como consecuencia de la crisis mundial y de la escalada de los precios de los alimentos producto de la especulación, nuevas potencias como China, India y Corea del Sur estrenan el negocio de la compra y/o alquiler de tierras, asegurando para sus intereses la producción y regulación del precio de los alimentos. Para eso, ya se han hecho, junto a otros países con cerca 5.800.000 hectáreas de tierras fértiles originarias de Malí, Sudan, Etiopia, Liberia, Mozambique y Madagascar.[3]
EUROPA
Ni siquiera los países más débiles del viejo continente se encuentran al margen del pillaje y el bandidaje. Tal es el caso de Grecia, que hoy sufre los impactos más fuertes de la crisis mundial, producto de un desigual proceso de liberalización y especialización comercial que lo rezagó dentro de la Unión Europea al grupo de países que se dedica a una limitada producción agrícola y a la actividad turística. Mientras los grandes y complejos productos industriales son importados desde los grandes ganadores de la Unión: Francia y Alemania. Precisamente esta última, es la que le demanda que pague la deuda con su propia soberanía: "El Estado griego debe desprenderse de forma radical de sus participaciones en empresas y también vender terrenos, como por ejemplo, sus islas deshabitadas”[4]. ¿Surgirán las mismas “sugerencias” para España que aun no levanta cabeza y cuyo paro está lejos de tocar fondo según declaró recientemente la OIT?
AMERICA
Las contradicciones al interior de los Estados Unidos se visibilizan ante el avance del movimiento ciudadano Occupy Wall Street y del Tea Party, dos caras de la moneda de la inconformidad. De un lado, las manifestaciones legítimas de los ciudadanos sobre la situación socio económica del país, la negación de los derechos como la salud y en rechazo al balance de la crisis y de los ganadores que fueron los mismos que la provocaron: Los bancos. Por el otro, la extrema derecha que hace eco en la inconformidad social presente en todas las latitudes del país del norte, preocupada por el avance de las potencias rivales como China, que amenaza los mercados norteamericanos dentro y fuera de sus propias fronteras. Ambas partes de esta moneda, claman por más proteccionismo y más aislacionismo, palabras extrañas en el país de la libertad de empresa y comercio. En América Latina, el avance de gobiernos que optaron por separarse de los lineamientos del BM y el FMI, hace pensar que atrás quedaron los tiempos del predominio foráneo de las multinacionales y el capital financiero. Cosa opuesta ocurre con los gobiernos más adeptos a las políticas neoliberales causantes de la crisis mundial, pues padecen multitudinarias manifestaciones como en el caso de Chile, donde las protestas estudiantiles pasaron a ser protestas ciudadanas que han puesto en jaque al gobierno de Piñera, incluso con contradictores dentro de su gabinete.
COLOMBIA
Al tiempo que alcahuetea desde la ONU invasiones en África y desconoce a Palestina, el gobierno colombiano, “por las buenas” consuma la entrega del país a sus jefes del norte por medio del TLC y las privatizaciones. Sin embargo, pese al engaño y la confusión, sus intentos por diferenciarse de su predecesor resultan cada vez mas nulos pues su fidelidad a las políticas económicas “sugeridas” desde Washington lo desenmascara: Lecheros, camioneros, trabajadores petroleros, mineros, maestros y ahora estudiantes han manifestado en numerosas movilizaciones el rechazo de las políticas que hoy agencia el títere de turno, políticas que han profundizado y empeorado el estado de cosas que dejo la administración Uribe: Privatizaciones y alza de tarifas en los servicios públicos; Importaciones e inseguridad alimentaria; Libre comercio y quiebra del empresariado nacional; mercantilización de la salud y educación y el desastre social de pobreza e inequidad.
La lucha por la educación a la que día a días se suman más y más colombianos, no es una cuestión trivial por unos cuantos billones para la educación. La lucha en la que estamos es de esas decisivas por avanzar en que Colombia sea un país auténticamente democrático y soberano, independiente de cualquier orbita extranjera, un país desarrollado donde los contenidos de la educación estén puestos al servicio de los intereses nacionales, prestas a eliminar la pobreza, la aberrante desigualdad y dar los avances científicos, tecnológicos y humanistas que necesita nuestra industria, el campo y el Estado.
Coletilla: Con preocupación se planea para Bogotá en los próximos 4 años, a nombre de la izquierda y de la democracia, políticas educativas del mismo corte privatizador que la reforma planteada por Santos: Colegios por leasing y preescolar por concesión, además “recomendadas” por los mismos poderes foráneos que a toda costa intentan salvar al capital financiero: léase último Reporte Global para la Estabilidad Financiera del FMI
[2] Ibíd.
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