Después de un año de debates, esfuerzos y arduo trabajo desde amplios  sectores estudiantiles de la universidad, para construir una idea de democracia enmarcada en la autonomía universitaria y de acuerdo a el estado actual de la  crisis que ésta atraviesa, se reabrió por tercera vez el tan accidentado proceso de elecciones a los diferentes órganos de representación estudiantil, proceso electoral que desde su inicio careció de garantías para realizar el debate democrático de cara al estudiantado, el cual es parte imprescindible para la vida universitaria; haciendo que el transcurso de esta contienda estuviese marcado por hechos que profundizan la antidemocracia dentro del campus.
Resaltamos la importancia que los estudiantes sean los actores principales en el proceso de elecciones estudiantiles, ante la necesidad de un representante que vele por los intereses del grueso del estudiantado en los máximos órganos de dirección de la universidad. Consideramos que lo ocurrido en los comicios del 9 y 10 de noviembre, significa una derrota para el estudiantado de la universidad del Tolima, debido a la falta de una propuesta por parte de los “ganadores”, que esté comprometida con las necesidades reales de los estudiantes y por el contrario sea la representación de la administración, preocupada por mantener el “estatu quo” dentro de la universidad; haciendo uso de su demagogia, clientelismo, nepotismo y maquinaria, asegurando que con este “ganador” salga perdiendo la democracia  en el alma mater.
La protuberante anormalidad en que transcurrieron los comicios estuvo marcada por todo tipo de vicios: vemos como  la administración anterior y la de turno dieron  todas las gabelas, incluyendo el orientar a los funcionarios de la universidad en los distintos CREAD al servicio de la candidatura  del que resultara “ganador”al consejo superior y sus planchas al consejo académico y directivo del IDEAD; de esta forma obtuvieron los votos necesarios para salir  elegidos en este proceso, y si se quiere, lo más grave de todo sin el apoyo de la base estudiantil, quienes son a los que van a “representar”. Sumado a lo anterior hubo Trasteo de mesas, carreteo de urnas, propaganda alusiva a un candidato, ausencia de jurados, perdida de votos como la mesa de la facultad de ingeniería forestal, entre otras irregularidades. 
Así  se comprueba que en la universidad del Tolima, se quebranta  la autonomía del estamento estudiantil, el cual reclama un cambio profundo en el modelo de educación. Por tal razón, hacemos un llamado urgente al estudiantado: presencial y a distancia, organizaciones, colectivos, y sectores independientes a que unamos  esfuerzos en el marco de superar las diferencias, apostándole a un organización independiente, que luche por la defensa y construcción de nuestra universidad como un espacio donde primen las ideas, el respeto a las diferentes formas de pensar, como una contundente expresión estudiantil a favor de la democracia, la autonomía y el bienestar general de la UT.
  Por ultimo invitamos a toda la comunidad universitaria a fortalecer y avanzar en la construcción de espacios legítimos, donde realmente se tenga en cuenta el sentir de los estudiantes, y sigamos con las banderas en alto por la lucha que hemos decidido librar como movimiento estudiantil, desde diferentes espacios, unificados en la mayor apuesta de los universitarios y de los sectores democráticos: la construcción de la ley alternativa de educación superior, a través de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil –MANE-.

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