Bogotá, 25 de noviembre de 2013


Compañeros
CUERPO NACIONAL DE VOCERÍAS
MESA AMPLIA NACIONAL ESTUDIANTIL, MANE 

Estimados compañeros,

Desde que inicié mis estudios universitarios en la Universidad Nacional de Colombia comprendí la necesidad de aportar a la transformación del país. Fue así como ingresé a la Organización Colombiana de Estudiantes, OCE, y llegué a la representación ante el Consejo Académico de la Universidad Nacional vinculado al movimiento estudiantil. De la lucha gremial salté a la política y me vinculé al Polo Democrático Alternativo, pues fui comprendiendo que los quebrantos de la educación superior, que afectan de manera especial a los jóvenes colombianos, se enmarcan en la crisis que vive el país; que las causas de los padecimientos de nuestra juventud son las mismas del sufrimiento del conjunto de la nación; que los males que aquejan a la industria, al agro y a todo el aparato productivo del país, así como los que envilecen la educación, la salud y cada uno de los aspectos centrales de la vida de nuestros compatriotas, tienen su raíz en la ausencia centenaria de soberanía y de democracia y que, por tanto, mientras no se supere la ignominiosa condición de neocolonia de los Estados Unidos y el semifeudalismo, no habrá auténtica prosperidad para las mayorías hoy excluidas. 

Durante estos años de lucha política he comprendido que si 6 de cada 10 colombianos viven en el desempleo o la informalidad y que si el 51% de los desempleados en Colombia son jóvenes,  es por el libre comercio que ahora se profundiza con los TLC; que si los jóvenes y sus padres mueren en las puertas de los hospitales, es por cuenta de un perverso sistema de salud que privilegia el lucro particular de las EPS por encima de la salud de los colombianos; que si la educación se está privatizando y las universidades públicas se caen a pedazos, es porque quienes nos gobiernan decidieron adecuar la educación a la de una colonia dedicada a la explotación y exportación de materias primas, igual a lo que fuimos bajo la égida de la Corona española. 

He entendido que no existe una sola decisión política o legal importante que no sea definida por los grandes poderes que nos dominan, desde la Casa Blanca hasta los organismos de crédito multilateral basados en Washington. Ellos son quienes realmente determinan el destino de nuestra nación, no quienes ofician como sus agregados en la Casa de Nariño. Hasta la reforma a la educación, que derrotamos en 2011,  está inscrita en las disposiciones del capítulo de comercio transfronterizo de servicios del TLC. En conjunción con lo anterior, la razón por la cual este país ocupa un deshonroso lugar dentro de los países más desiguales del mundo es que quienes lo han gobernado durante 200 años, tal como lo viene denunciando el senador Jorge Enrique Robledo, separaron su suerte personal de la del resto de los colombianos.  

Desde hace varios años milito en el Polo Democrático Alternativo, el único partido político en oposición tanto al gobierno de Uribe como al de Santos. El Polo, antes que refrendar la credencial de “demócrata” que a este último le han expedido fuerzas de las más disímiles condiciones, ha develado su naturaleza reaccionaria y promovido la movilización social contra sus políticas continuistas del régimen anterior. Por ello he participado activamente en las tareas que el partido me ha encomendado, como la que ahora se me encarga de defender el Ideario de Unidad en la contienda electoral venidera como candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá, para enfrentar la reelección del santismo, salirles al paso a las otras contracorrientes reaccionarias, entre ellas, el uribismo, y coadyuvar a la causa democrática y nacional que enarbola Clara López, la única candidatura capaz de dar un viraje certero al país cualquiera sea el escenario que se presente respecto a la terminación del conflicto. Es una encomiable labor que he aceptado con gusto en una esfera que también hace parte de la táctica de Resistencia Civil que se viene acrecentando.

Tal como lo establecen los acuerdos de la MANE, la participación en política electoral exige renunciar a la vocería que hasta hoy he ejercido. Con esta comunicación procedo en consecuencia.

No obstante, en mi carácter de estudiante sigo ligado a las banderas del movimiento estudiantil, a la MANE y a la propuesta de ley alternativa construida por ella. Desde donde esté, seré un soldado más en esa causa. Puede tener la seguridad el estudiantado colombiano que mi curul será una tribuna de crítica y de denuncia de las políticas neoliberales retardatarias, en particular de las educativas y de las atinentes a Bogotá, circunscripción por lo cual me inscribiré, pero además una palanca de apoyo a las movilizaciones y justas contiendas que adelanten todos los sectores sociales y productivos que las enfrenten.   

Compañeras y compañeros, con seguridad nos seguiremos encontrando en el camino común por cambiar a la Colombia presente, en una nación digna y autónoma. Es el comienzo para construir una sociedad justa y hacia el progreso general.  


Fraternalmente,


SERGIO FERNÁNDEZ

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